Para aquellas personas que tratan de acercarse luego de habernos lacerado.

El que le devuelve la confianza perdida a un traidor está demostrado que luego el golpe es con mayor contundencia, se vuelven tú consejero, pero al mismo tiempo disimulan sus intenciones, se muestran como amigo pero actúan como espías.
De todas estas reflexiones que bosquejo desde el mueble viejo de mi hermoso hogar les digo, que cada día aprendo de mis errores cometidos en la vida.
El que me has robado, está más pobre que Yo, sí seguro, el que me has decepcionado, le tengo en el lugar apartado de mi entorno y aquellos que aún conservo les digo que estas experiencias me han enseñado a no confiar demaciado.
Por Leandro Ortiz de la Rosa Abogado y Periodista
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